La coherencia textual de superficie, es imprescindible para dotar de continuidad al discurso televisivo.
Para Teun A. Van Dijk “la coherencia es una propiedad semántica de los discursos, basada en la interpretación de cada frase individual relacionada con la interpretación de las otras frases”
Para Teun A. Van Dijk “la coherencia es una propiedad semántica de los discursos, basada en la interpretación de cada frase individual relacionada con la interpretación de las otras frases”
Existen en el ámbito de las emisiones televisivas toda una amplia serie de elementos constitutivos de la programación que sin embrago carecen de la autonomía discursiva de los programas.
Se refiere acá a los segmentos de continuidad como cartas de ajuste, cabeceras de programas, presentaciones de la programación diaria, temas musicales. El hecho de que existan es una prueba de que la programación tiene mecanismos semióticos de cohesión que ponen las bases de su unidad discursiva.
Pero el fenómeno de continuidad no debe reducirse a estos elementos sino hay que comprender otros factores :
1. La referencia desde el interior de un programa, a otro u otros programas de la propia emisora, como mencionamos anterior mente el caso de Susana Gimenez y Cuando me sonreís.
2. La intención, junto a los spots publicitarios de otros segmentos discursivos que tienen por objeto presentar y publicitar futuros programas.
3. La existencia de programas que tienen por único objetivo presentar y publicitar al conjunto de la programación semanal.
4. La presencia recurrente de ciertos fragmentos como spots publicitarios, o ciertas figuras como presentadores, locutores.
Todos ellos por su reaparición constante a lo largo de la emisión actualizan en el conjunto programático el procedimiento genérico de la recurrencia, y constituyen los mecanismos conectores que garantizan la coherencia del discurso global.
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